Todo resurgió una tarde de Noviembre,
la brisa trajo a mi tacto el calor de su piel.
Volvió a aparecer satisfaciendo mi hambre,
endulzando mis amargos labios con besos sabor miel.
Creía inesperado ese nuevo encuetro,
pero ahí estaba, junto a mí, frente a mí mirada,
palpitando nuestros corazones uno junto al otro,
evitando toda encrucijada con mi alma barada.
No podía evitar aquel extenso cuestionario.
Él estaba allí y para mi era un milagro.
Mil noches lo pensé luego de su despedida,
nunca aceptó mi corazón su partida.
Fué ilógico el dolor con el que pago mi amor,
realmente esperaba mas q aquella traición.
Podría haber inventado mil excusas razonables
antes de haber abandonado en mi este tumor desentrañable,
pero solo se limito a decir:" Me quedo con ella"
desgarrando en mi piel herida q no sella.
Ahí estaba, frente a mi; mi alma felíz.
Creí q volvió por mí y una vez más sonreí.
Una mirada y en mi creció la esperanza,
basto un beso para q algo en mí estallara.
Me invadía una vez mas la alegría,
agredecía que haya cruzado por mi vida.
Pero ahi estaba: "El Karma"
Ama a quien te ama.
Aún recuerdo que tanto sufrio aquel que me amaba
cuando le dije q sueñe que yo le poría ofrecer amor de mi alma.
Aquel por mi sufrió, lloró y desangró
y ahora lo repito yo por este otro que jamas me amó!
Le dije a uno que lo sueñe,
tal vez él soñó.
Ahora quien soñaba era yo
porque el a mí jamas volvió.
La brisa nunca trajo a mi el calor de su piel.
Yo nunca volvi a sentir sus labios sabor a miel...
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